Los arquitectos del declive occidental: La escuela de Frankfurt

“La revolución no sucederá con armas, sino que sucederá de manera gradual, año tras año, generación tras generación. Nos infiltraremos gradualmente en sus instituciones educativas y sus oficinas políticas, transformándolas lentamente en entidades marxistas a medida que avanzamos hacia el igualitarismo universal”.
– Mark Horkheimer (judío).

Esperaban que sus políticas se propagaran como un virus, “continuando el trabajo de los marxistas occidentales por otros medios”, como señaló uno de sus miembros.

Para promover el avance de su revolución cultural “silenciosa” la Escuela recomendó (entre otras cosas):

1. La creación de delitos racistas
2. Cambios continuos para crear confusión
3. La enseñanza del sexo y la homosexualidad a los niños
4. El debilitamiento de la autoridad de las escuelas y los maestros
5. Una inmigración enorme para destruir la identidad
6. La promoción del consumo excesivo de alcohol
7. El vaciado de las iglesias
8. Un sistema legal poco fiable con prejuicios contra las víctimas del crimen.
9. La creación de dependencia del estado o de los beneficios estatales
10. El control y el embrutecimiento de los medios de comunicación
11. El fomento de la desintegración familiar Una de las ideas principales de la Escuela de Frankfurt fue explotar la idea de Freud del “pansexualismo”: la búsqueda del placer, la explotación de las diferencias entre los sexos, el derrocamiento de las relaciones tradicionales entre hombres y mujeres.

Para promover sus objetivos:

– Atacarían la autoridad del padre, negarían los roles específicos de padre y madre y arrebatarían a las familias sus derechos como educadores primarios de sus hijos.

– Abolir las diferencias en la educación de niños y niñas – Abolir todas las formas de dominio masculino (de ahí la presencia de mujeres en las fuerzas armadas)

– Declarar a las mujeres como una “clase oprimida” y a los hombres como “opresores”.

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